Alegato al broche

Broche

Broche

Muy buenas, lectores

Creo que debería darle un toque más característico a ese saludo, aunque hasta nueva orden de mi creatividad continuará siendo así. ¿Qué tal estáis? Personalmente ya os contaba hace un par de días en el blog de mi firma de moda lo intenso que ha sido para mí septiembre.

Aún así agradezco poder trabajar y tener eventos. No sé sabe lo que se tiene hasta que se pierde, así que conservemos esas ganas. Y no creáis que he dedicado el trabajo de las últimas semanas simplemente a mi firma de moda. 

A todos aquellos amantes de las joyas, sabéis que hemos tenido cita semanal en el blog, pero quizás no sepáis que estamos de lanzamiento. Sí, sí, el lanzamiento de mi nueva colección de joyas. Marbella ,como su propio nombre nos informa, está inspirada en la vida marbellí. 

Aunque no quiero andar por las ramas con este tema [algo que sería muy sencillo, pues me encanta], vamos a lo que nos concierne. Hablemos de broches. Si os interesa el tema marbellí, aquí tenéis toda una publicación al respecto. 

Tanta introducción venía a decir que en esta nueva colección, incorporó un accesorio o mejor dicho tipo de accesorio. Efectivamente hablo del broche. Un tema que me enfurece en alguna que otra ocasión, pues yo los considero la joya menospreciada por excelencia. Y lejos de esto, opino personalmente que un buen broche como cualquier accesorio es el que te hace el look. Usar broche quizás no sea lo más en tendencia, pero ya sabemos que son las tendencias y para qué sirven. Así como su volatilidad, una tendencia guía, no dictamina. Por lo que me siento en la obligación de desmontar cualquier estigma sobre los broches y alegar en su favor. 

Modelo De Mora

Escasez 

En tu joyero, en el de tus amigos, el de tus familiares o cualquiera que conozcas, lo más común es que haya collares, anillos, pulseras y pendientes. A lo mejor algún alfiler o colgante, pero probablemente no haya ningún broche. O en caso de haberlo, esa persona no tenga broches en las mismas cantidades que otros accesorios. Y lo más probable es que de tenerlos, los tenga guardados. Porque yo como cualquier persona humana y amante fashionista, me fijo en cómo va la gente vestida por la calle y veo más bien poco. Por no decir ninguno.

Partiendo de esta premisa que podemos denominar como la escasez de broches, ya sea a la hora de poseerlo o de usarlos, te quiero preguntar algo. ¿Te consideras o te gustaría considerarte una de esas personas que no destaca por su estilo? ¿Qué se percibe como básico, en el buen sentido evidentemente? ¿O más bien te gusta desmarcarte del resto usando prendas y accesorios que te identifiquen y diferencien?

Sin conocerte, o sí, estoy segura de lo que has respondido. La inmensa gran mayoría preferirá distinguirse del resto de seres. Esto suele ocurrir en muchas facetas, también en el estilo. Aunque seamos seres sociales, no nos gusta que nos referencien al rebaño, queremos vernos únicos para sentirnos especiales, tal y como somos. 

Es por eso que el sector de la moda, o al menos aquel segmento textil que no solo se mueve por la codicia y el superávit, busca siempre más allá de los límites ya presentes. Colección tras colección, pasarela tras pasarela, marca tras marca, la búsqueda de la novedad es infinita. Centenares y centenares de personas dedicadas a la moda, siempre buscan el más para ser la novedad. Algunas con más acierto que otras evidentemente, pero todas con ese ímpetu de diferenciación. 

Modelo Lita Trujillo

Diferenciación

La cuestión que yo quiero plantear con esta reflexión es la siguiente. Ya no a nivel pasarela de diseñador, sino a nivel usuario que se viste y usa ropa diariamente. ¿Por qué no un broche? Mira con qué sencillez se arregla todo. ¿Un evento donde destacar? Un broche. ¿Un día en el que me siento demasiado básico? Un broche. ¿Un regalo original? Un broche. ¿Un accesorio que se lleve todas las miradas? Un broche, te lo aseguro. 

Personalmente soy de esas personas que cuando no saben cómo seguir adelante, echan la vista atrás. Porque sí, por mucho que te digan lo contrario, es importante saber cuál ha sido nuestra historia y nuestro pasado. Y así poder admitirlo y no repetir sus vicios, pero sí sus virtudes. El hecho de que los broches sean considerados algo del pasado, está muy fuera de lugar. Día a día sabemos que lo que se llevó se va a llevar o se está llevando. 

Hace un par de años eran los 90 ‘s, ahora los 60’ s y los 2000. Yo siempre promuevo mis adorados 80’s y al igual que con esto, me da bastante coraje quien considera el broche como algo desfasado, pues es una oportunidad estilística asequible para poder llevar nuestro estilo mucho más allá. 

Modelo Von Bismarck

Elegancia desmarcada

Dejando atrás ese estigma inválido y mal sustentado, vamos a seguir hablando de broches desde una perspectiva más afable. Tengo que reconocer que una de las cuestiones que han hecho que los broches estén en desuso es la forma que tenían de usarse. 

Siempre se han considerado de una elegancia extraordinaria, de eventos importantes y de ocasiones que requieren arreglarse excesivamente. Cierto es que este accesorio tuvo esas connotaciones en el pasado. Además de que también sean un poco aspiracionales, pues sí que forman parte del vestidor rutinario en las cortes reales. 

Sin embargo, recordad que estamos en el siglo XXI. Atrás quedaron esas concepciones de ir sobrearreglados a los sitios. Sinceramente es estúpido guardar en un cajón o en un armario nuestras piezas favoritas para solo usarlas un par de veces al año e ir todos los días en vaqueros. Desde aquí te animo directamente a que saques del armario o el joyero la pieza favorita que tengas e intentes usarla en un contexto que jamás hubieses pensado. Más aún si es un broche, a los que tenemos que empezar a prestar más atención y para los que cada día, creas que no, hay más y más modelos. No todos son de esa fastuosidad del pasado, también los hay más simples. Aunque personalmente, bienvenidos sean los maximalistas y llamativos.

Sobre mí

Soy María Francés, diseñadora de moda y consultora de imagen. Mi enfoque se basa en romper barreras y celebrar la individualidad a través de diseños únicos. Con mi pasión por los año 80 y el espíritu de rebeldía, aspiro a empoderar a las mujeres a través de la moda. Únete a mi viaje y descubre cómo la moda puede ser una forma de expresión personal y diversión desenfrenada.

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