Muy buenas, lectores
¿Sabéis lo que me gusta más de escribir publicaciones? Aparte del feedback que me trae con todos vosotros a través de Instagram evidentemente, es el aprender. Y es que sí, personalmente tengo muchas anécdotas y conocimientos adquiridos sobre moda, cultura vintage, accesorios… Aún así una nunca deja de aprender y de encontrarse con conocimientos que no sabía. Siempre me gusta investigar un poco antes de ponerme a escribir para así incluir los datos más importantes e/o interesantes.
Hace unas semanas cuando escribía sobre el origen de los collares en un post que os enlazo aquí, descubrí la historia de una joya encontrada en la tumba de Tutankamón. En aquella publicación, hablábamos de un collar de una orfebrería exquisita, sin embargo la pieza de hoy la supera con creces. Pero antes, un poco de contexto.
El descubrimiento de Tutankamón
El descubrimiento no fue nada arbitrario, pues hubo un gran trabajo detrás de este. Howard Carter fue el egiptólogo encargado de la excavación. Un trabajo exhaustivo de años que según la historia estuvo a punto de ser truncado en el último momento. El día de antes de que la excavación fuese a terminarse, se encontraron un escalón que iba directo a una puerta donde se encontraba la tumba del faraón Tutankamón.
Howard Carter descubriendo el sarcófago de Tutankamón
La tumba de Tutankamón
La tumba en sí se halla en el Valle de los Reyes. También conocida como la tumba KV62, su descubrimiento fue en 1922, aunque se estima que fue sellada cerca de 1327 a.C. Más de 3.000 años estuvieron estos secretos y tesoros ocultos bajo la arena. Tal era el tamaño de la tumba que disponía de 4 salas repletas con un total de 5000 objetos que tardaron cerca de 8 años en retirar.
Cámara de la tumba del faraón Tutankamón repleta de jeroglíficos
El tesoro
No hay forma de explicar todos y cada uno de los objetos que se encontraron en la tumba, aunque voy a relatar algunos que puedan resultar más interesantes. En primer lugar, el sarcófago donde estaba la momia del faraón, junto a esta una máscara funerario en perfectas condiciones de oro macizo.
La máscara funeraria de Tutankamón
Varios carros desmontados del general, objetos decorativos con motivos de deidades egipcias, lámparas ornamentales, perfumes, además de otros féretros y un largo etcétera. Sorprendentemente se cree que esta tumba no era la destinada a Tutankamón, pues era bastante austera para lo que podría esperarse para un faraón y no es natural tampoco que solo hubiese esa cantidad de pertenencias, por lo que se cree que fueron saqueadas previamente.
Lo que más nos puede llegar a interesar era la gran cantidad de joyas allí habidas y ahora sí es el momento de presentaros la magnánima joya de la que hablaba antes.
La joya de Tutankamón
No sé si hacerle una pequeña introducción o enseñarla antes, pero bueno creo que habéis esperado suficiente.
El pectoral de Tutankamón
Seguro que habéis flipado como yo. Es un pectoral que se posa sobre la susodicha zona de una orfebrería más allá de este mundo. Y esto no es una forma de hablar. Ahora os explico.
Primero lo visible, una forma triangular como si fuese una pirámide centrada en un escarabajo alado el cual rodean centenas de piedras y gemas como el lapislázuli. También está hecho de fayenza egipcia, una loza de cerámica vidriada casi exclusiva de esta época.
Sin embargo la gema más original es la del escarabajo. Se creía que era un ágata, pero recientes descubrimientos han determinado que está hecho de un material único que se crea cuando los cometas impactan con su alta temperatura en la arena que se cristaliza. Estoy segura de que ahora os gusta aún más que antes. Es una joya del espacio.