Marbella
Marbella
Bienvenidos de nuevo, queridos lectores.
Aquí me hallo de nuevo ante la escritura de una nueva publicación pensando en tantos temas de los que me gustaría hablaros. Inspiración, personalidades, consejos, anécdotas, historia… Podría hablar de tantas cosas que no acabaríamos nunca, sin embargo me debo a mi público.
Cómo sé todo lo mucho que os han gustado los posts sobre las celebridades ochenteras y en especial aquellas marbellís, me he decantado por hacer una nueva publicación sobre Marbella. Esta vez para no resultar demasiado repetitiva no va a estar tan enfocado en que joyas vintage podemos replicar del pasado. Esta vez vamos a conocer juntos un poco de la historia que llevó al éxito a una de las ciudades más elitistas del panorama español.
Tierra de dinero
Marbella siempre ha sido clave en la Costa del Sol. Residencia de magnates y portadas de revista, la ciudad ha albergado tantos o más secretos y desfases como capitales mundiales de la fastuosidad tales como Las Vegas o Dubai. Un pequeño oasis en el sur español para toda la riqueza europea.
A día de hoy, su naturaleza exquisita sigue vigente. Quizás no sea tan sonado, pues se goza más del anonimato de los protagonistas. Ya no hay tantas celebridades como antes ni tanto aristócrata, ahora el dinero que se mueve en la ciudad suele provenir de futbolistas y jeques. Todo el mundo ha oído hablar de Puerto Banús o el festival Starlite, sin embargo la época dorada de Marbella tuvo lugar en el pasado. En esos queridos 80’s, cuando el verano mediterráneo llamaba a Europa y el mundo enloquecía con todo lo que tenía que ver con la jet-set marbellí.
Tierra de famosos
Aunque también podría llamarse tierra de paparazis. La prensa del corazón no necesitaba más que Marbella para rellenar páginas y páginas de contenido sobre quién veraneaba allí. Marbella conserva el lujo, pero esa exposición y viralización que se entendían en los 70’s, 80’s y 90’s han dado paso al anonimato de fiestas privadas.
La lista de celebridades aquí es interminable y más si no acotamos fechas. Podríamos encontrar entonces desde la década de los 50’s con Liz Taylor, Grace Kelly, Frank Sinatra o Joan Collins hasta algunos de los famosos posados en la playa de Ana Obregón en los años previos.
La Marbella mediática albergaba de todo ya fuese música, cine, arte, política o espectáculo. Prince, Sean Connery, Brigitte Bardot, Ava Gardner, Audrey Hepburn… la sucesión de nombres es eterna.
Aunque como siempre he pensado, no hay inspiración como la propia, como la española. Quizás nombres como los de Pitita Ridruejo, Charo Vega, Carmina Ordoñez o Cuqui Fierro no sean tan sonados fuera del país, también fueron foco en su época y nos dejaron estilismos increíbles de los que inspirarnos en la era de lo vintage. Y si no os sirve como argumento, recordad que la mismísima Faraona, quién sí era internacional, solía veranear con su familia en Marbella.
Tierra de coronas
Formalizamos el discurso para hablar de la aristocracia, quién no dejó de lado el universo marbellí. Y llega a decirse que el inicio de todo el enclave lujoso en Marbella es obra de un príncipe. Todo esto mucho antes de toda la oleada del mundo del corazón que conocemos sobre Marbella, antes de que la ciudad robara el protagonismo a hermanas como Torremolinos o Benidorm.
Cerca de la mitad de siglo, Alfonso Hohenlohe se instaló en Marbella. El príncipe alemán era ahijado de Alfonso XIII y a su vez promotor inmobiliario. Con muy buen ojo, instauró en la ciudad el sistema urbanístico lujoso que años más tarde le traería la fama internacional. ¿La causa? El Marbella Club, una propiedad que adquirió como residencia y que terminaría convirtiéndose en el club más elitista y exclusivo de la ciudad.
Tras este, acudieron personalidades del mundo royal como Jaime de Mora y Aragón, hermano de la reina Fabiola de Bélgica o el rey Fahd de Arabia Saudí porque Marbella era sonora hasta el otro lado del Mediterráneo. Pero si hay alguien que destaca por ser escaparate en Marbella entre todas las cortes es Gunilla Von Bismarck.
La bisnieta del canciller Otto Von Bismarck junto a su marido Luis Ortiz eran dos de los máximos exponentes del estilo marbellí. Fiestas, desfases, lujos, despilfarros, cobertura mediática… y todo proveniente de una dinastía nobiliaria.
Actualmente aún podemos gozar de eventos como Starlite y de algún que otro famoso paseando en Marbella, sin embargo el legado de esta es aún más rico. Aún así debemos agradecer todo la inspiración estética y la evasión espectacular que nos ofreció la jet set de Marbella en sus años más prósperos.